El diagnóstico como principio del éxito

Alopecia Androgenética Masculina
(MAGA)

Es la forma más frecuente de alopecia en varones, se inicia en torno a los 16-30 años y alcanza una fase estable a los 45-50. Las formas avanzadas a una temprana edad (adolescencia) obligan a descartar alteraciones metabólicas.

Se caracteriza por la pérdida lenta y progresiva de la densidad capilar en la parte frontal (entradas) y vértex (coronilla), existe la forma difusa que afecta a la parte frontal, parietal y vértex.

Su origen es genético y hormonal, en varones genéticamente predispuestos la conversión de Testosterona a Dihidrotestosterona (DHT) por la enzima 5-alfa-reductasa provoca miniaturización progresiva de la unidad folicular y acortamiento de la fase de anagen (crecimiento) dando lugar a la pérdida de pelo característica.

La base del tratamiento es el minoxidil y los fármacos antiandrógenos, ambos en sus diferentes formas orales, tópicas en formulación magistral o en mesoterapia. Los tratamientos de Bioestimulación capilar podrían ser una alternativa y complemento al tratamiento.

Alopecia Androgenética Femenina
(FAGA)

Es la forma más frecuente de alopecia en mujeres, si bien debe mencionarse el Efluvio Telógeno como la forma más frecuente de pérdida brusca de cabello en este sexo. La FAGA tiene dos picos de inicio; en la premenopausia, adolescencia/edad adulta joven (16-25 años) y en la postmenopausia (50-55 años).

En los casos jóvenes con otros signos de hiperandrogenismo (acné, seborrea, hirsutismo) estaría justificado un estudio analítico hormonal.

Su origen es multifactorial, no sólo genético y hormonal, intervienen múltiples factores y condiciones para su origen y evolución.

Se presenta como una pérdida lenta y progresiva de la densidad capilar en la parte superior (fronto – parietal) percibido por las pacientes como un «ensanchamiento de la raya central del pelo«, respetando la línea frontal de implantación (no hay entradas)

Su tratamiento es más complejo pero a la vez más variado que en la MAGA. El minoxidil tópico junto con los otros antiandrógenos y anticonceptivos combinados con terapias de Bioestimulación capilar son las armas terapéuticas disponibles para combatirla.

Efluvio Telógeno

Es una alteración del ciclo de crecimiento capilar que se manifiesta con una caída excesiva de cabellos mayor de lo habitual (100-150 pelos/día). Es un tipo de pérdida capilar no cicatricial y quizá el motivo más frecuente de consulta tricológica en las mujeres.

Lo que realmente ocurre es un paso abrupto y síncrono de un alto número de folículos de la fase de crecimiento (anagen) a la fase caída (telogen), provocando la caída de un elevado número de pelos, una coleta más fina y una menor densidad capilar con el tiempo.  Su causa en muchas ocasiones es desconocida, pero es característico el inicio de la caída a los 2-3 meses después de un desencadenante fisiológico como pueden ser alteraciones en la sangre (p.ej: anemia, infecciones), hormonales (p.ej: tiroides), una enfermedad sistémica (p. ej: COVID-19, malnutrición) o un estresor psicológico, ansiedad o cambios sociales. 

Corregir los posibles desencadenantes y tratar, si las hay, alteraciones fisiológicas subyacentes es fundamental para un correcto tratamiento a posterior. La Bioestimulación capilar es un aliado del tratamiento en estos casos. 

Alopecia Areata
(AA)

Es un tipo de alopecia no cicatricial de origen autoinmune. Afecta al 2% de la población en algún momento de su vida, siendo más frecuente en niños y adultos jóvenes entre los 30-40 años, aunque puede afectar a cualquier edad.

El origen es fundamentalmente autoinmune, donde el folículo piloso en anágeno es atacado por el sistema inmune provocando la caída del cabello de forma brusca e indolora. Otros factores genéticos familiares y ambientales también participan en su desarrollo. 

Existen diferentes presentaciones clínicas, la más habitual y de mejor pronóstico es la AA en placa única, otras son la AAMultifocal, AATotal, AAUniversal, AA de la barba o pestañas. Todos se caracterizan por la ausencia total de cabello en la zona afectada.

El 30% de los pacientes presenta alguna otra enfermedad autoinmune. Su diagnóstico es clínico y tricoscópico. 

El tratamiento se establece en función de la edad del paciente, la extensión, tiempo de evolución y otras circunstancias. No existe tratamiento que altere el curso de la enfermedad pero hay terapias que pueden permitir la repoblación siendo un gran desafío evitar la recaída y retirar tratamientos.

Alopecias cicatriciales

Son un grupo variado de alopecias que se producen como consecuencia de una lesión irreversible que afecta al folículo piloso. Suelen acompañarse de alteraciones en la piel perifolicular que nos puede hacer sospechar de su existencia en la tricoscopia.

Pueden ser primarias donde el daño es directo sobre el folículo o secundarias, cuando la destrucción es por un agente externo (tumor, quemadura, cicatriz…). Suelen acompañarse de síntomas como el picor, ardor, dolor del cuero cabelludo.

La más frecuente en la población actual y en aumento desconocido desde la última década es la Alopecia Frontal Fibrosante (AFF), dentro del grupo del Liquen Plano (LP), se caracteriza por el retroceso de la línea frontal de implantación con piel atrófica y afección de cejas y patillas, más habitual en mujeres postmenopáusicas aunque no exclusivo.

Otras menos frecuentes son la Foliculitis Decalvante, Lupus Discoide, Alopecia Cicatricial Centrífuga Central, Celulitis Disecante, Acné Queloideo.

El tratamiento de este tipo de alopecias va destinado al control de la enfermedad, se recurre a terapias antiinflamatorias e inmunomoduladoras e incluso inmunosupresoras para detener y controlar el avance de la alopecia. 

El tiempo es el mejor aliado de estas alopecias y detectarlas de forma temprana permite un tatamiento precoz evitando su progresión.

Patologías del cuero cabelludo

La piel del cuero cabelludo contiene una alta concentración de folículos pilosebáceos convirtiéndola en la más caliente y húmeda en comparación a otras zonas corporales, siendo un ambiente favorable para el desarrollo de patologías infecciosas e inflamatorias

Habitualmente este tipo de afecciones no produce alopecia pero sí puede desencadenar alteraciones del ciclo de crecimiento capilar como un Efluvio Telógeno. 

Sobre la piel del cuero cabelludo también pueden verse reflejado signos de alopecias cicatriciales como el eritema e inflamación vascular

La descamación es el signo más evidente en patologías como la Dermatitis Seborréica, Psoriasis y Dermatitis Atópica que son las afecciones más habituales entre la población. Factores como la seborrea, microbiota cutánea, autoinmunidad y predisposición genética, condiciones ambientales y alteración de neurotransmisores están implicados en su desarrollo. Otras patologías como las Tineas son de origen puramente infeccioso fúngico más habituales en la edad pediátrica. 

El tratamiento de este tipo de patologías radica en fármacos antifúngicos y antiinflamatorios, otros adyuvantes como los queratolíticos y derivados de la Vitamina D contribuyen a su mejora y control.

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